La robótica es cosa de niños
El colegio Sagrada Familia lleva dos cursos formando a sus alumnos gracias a un proyecto didáctico que incluye la Robótica Educativa en las horas lectivas
Que el futuro pasa por las nuevas tecnologías es innegable. Y como una ciencia transversal abarca todos los ámbitos de la vida cotidiana, entre ellos, la educación. La educación se encuentra también en una revolución constante debido a que la sociedad ha evolucionado y el mercado laboral empieza a demandar perfiles con una formación diferente.
El objetivo, a medio plazo, es dejar atrás las clases monótonas y los temarios a memorizar demasiado extensos como para profundizar en ellos ya que, con esta técnica, muchos alumnos están perdiendo el interés.
Los expertos de hoy en día piden dirigir la educación hacia un impulso de la creatividad y al pensamiento crítico, entre otros valores. Por ello, en vez de apostarse por la memorización de conceptos, la educación del futuro se basará en retos diarios y en proyectos adaptados a las capacidades de los alumnos.
El centro ha empezado a introducir proyectos mediante el diseño y la programación de robots
Una actividad que cumple con estos requisitos es la robótica para niños, ya que es una asignatura que complementa la enseñanza clásica. A día de hoy, todavía está muy alejada de las programaciones de los centros y se tiene que conformar como una actividad extraescolar.
No es el caso del colegio Sagrada Familia de Herrera de Camargo. El centro lleva, desde hace dos cursos, con una apuesta decidida para introducir la Robótica Educativa dentro de su proyecto didáctico.
El director del colegio, Sabino Diego, cree que los niños son unos «investigadores en potencia» debido a la «enorme curiosidad» que sienten sobre todo lo que les rodea. En este sentido, la robótica es una alternativa lúdica a tener en cuenta, ya que supone un cambio de paradigma al estudio clásico. El alumno, en lugar de ser un mero oyente en una clase, pasa a ser el protagonista y actor de un juego de construcción mediante el que da rienda suelta a su creatividad a la vez que trabaja en su comprensión sobre la tecnología.
Los profesores del centro confirman que la Robótica Educativa se ha convertido en una herramienta «imprescindible como método para el aprendizaje» utilizando una alternativa lúdica. «Es uno de los campos con mayor proyección de cara al futuro», relató Diego.
Persiguiendo el afán por la mejora continua de la enseñanza del colegio y dentro del ámbito científico-tecnológico, se han comenzado a introducir pequeños trabajos en los que mediante el diseño, la construcción y la programación de robots, los alumnos puedan poner en práctica los principios físicos de razonamiento mecánicos de una forma creativa, además de fomentar el trabajo colaborativo en equipo.
«La actividad nace con los objetivos de hacer disfrutar a los pequeños de la ciencia y de la tecnología utilizando herramientas TIC, comprendiendo su contribución al progreso y al bienestar de la sociedad y diseñando, mediante la programación, soluciones con finalidades prácticas», apuntó el director.
Formación a todos los niveles
Sin embargo, todo proyecto requiere de una fase previa de preparación y formación a todos los niveles, entre ellos, el profesorado. Y es que para llevar a cabo esta innovación educativa, los docentes del centro han recibido la formación necesaria a través de varias clases y seminarios en Madrid para asegurar que los cambios que se trasladan a la práctica docente mejoran la calidad de la enseñanza y se ejecutan correctamente.
El proceso de implantación de la robótica ha sido progresivo. De hecho, la actividad comenzó como una práctica piloto con el alumnado de Educación Secundaria el año pasado pero, desde este curso, todas las edades de Educación Infantil, Educación Primaria y ESO desarrollan la asignatura como una forma novedosa y divertida de aglutinar ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas. Además, como una ciencia transversal, la robótica se ha tratado de integrar, a través de los diferentes proyectos que se realizan en el aula, con el resto de áreas del currículo como, por ejemplo, lengua castellana o inglés.
Desde Infantil, los más pequeños utilizan un pequeño tablero y un mini-robot para aprender a ejecutar órdenes simples en el dispositivo como adelante, atrás, a un lado y a otro, además de sumar números para avanzar en el casillero.
Ya en Primaria, se inician con los robots, como el llamado ‘True True’, con los que comienzan a despertar su curiosidad y su creatividad para programar. Además de este dispositivo, los niños utilizan el entorno de programación Scratch y el controlador Crumble que les permite desarrollar todas las utilidades que ofrece el software sin tener conocimientos profundos del código.
En Secundaria, se añade a la programación el prototipado electrónico, el diseño mecánico y la propia creatividad del alumnado para plantear proyectos en los que utilizan motores, pulsadores, interruptores, detectores de luz, detectores de posición, conexiones, etc.
El alumnado dispone de apoyo, como guía didáctica, de un cuaderno de robótica educativa con actividades y retos para poder profundizar y reforzar los contenidos tecnológicos tratados en el aula.
Todo esto es utilizado como el puente para conseguir el objetivo al final de las etapas en el colegio, que todos los alumnos sean competentes para diseñar la programación de un microcontrolador con Arduino, plataforma sencilla pero muy potente utilizada en ingeniería para diseñar proyectos mediante el uso de la electrónica. Y es que está claro que el futuro y la robótica ya es cosa de niños.