Ramón Soto «Debemos enseñar a nuestros hijos a buscarse la vida»
Ramón Soto es psicólogo y profesor. Lleva 40 años trabajando con alumnos de Secundaria y Primaria del Colegio Castroverde de Santander.
Como psicólogo lleva más de 20 años ayudando a niños y adolescentes en su consulta de Psicología, el centroTUTOR de Santander. Colabora frecuentemente en la formación de profesores en los Centros de Formación de Profesores (CEPs) de la Consejería de Educación de Cantabria.
En la entrevista cree que “debemos enseñar a nuestros hijos a buscarse la vida”, afirma que como mamíferos cuando vemos un bebé, ya sea humano o de otra especie, despierte en nosotros ganas de protegerlo.
El problema radica en que hay padres que se quedan en eso, y entienden que cuidar a sus hijos y protegerlos es su trabajo como padres. Cuando en realidad no es así. Después de darles el cariño y la protección como padres, que tanto necesitan, tenemos que empezar a dotarlos de experiencias vitales que les ayuden a desarrollarse y mejorar.
Los hijos no son nuestros o para nosotros son para ellos. Y debemos ayudarles a desarrollarse en todo lo que puedan desarrollarse. No podemos hacer un plan de vida para nuestros hijos, porque ellos serán lo que ellos quieran ser.
Las herramientas que tendrían que tener nuestros hijos son las capacidades para atender a lo importante, planificar qué es lo que vas a necesitar para conseguir tus objetivos, tener capacidad de adaptación, que vendrían a ser las funciones ejecutivas. Todo esto acompañado de la habilidad de gestión emocional.
Luego está la memoria de trabajo que es la habilidad mental que nos ayuda a tener contenidos, que nos permiten ejecutar tareas tanto en el ámbito laboral como en las relaciones. O la flexibilidad cognitiva que nos permite tener en cuenta más de un punto de vista, lo que piensan los demás o ellos mismos dependiendo de la situación.
Actualmente tanto la consejería de educación como el colegio de psicología están ofreciendo diferentes oportunidades para que los padres se puedan formar. La idea de todo esto es que entre nosotros nos necesitamos porque como lo hagamos mal, no está en juego únicamente la felicidad de nuestros hijos si no que nuestra sociedad irá mal.
