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Preparar tu útero para la llegada de tu bebé puede contribuir a mejorar el mundo

DM Mar 24

¿Por qué el útero materno es parte del cambio?

Porque el útero materno es tu primera casa, en esta casa se dan las primeras experiencias sensoriales y emocionales que tienes y que marcarán tu forma de afrontar las experiencias que vives en el exterior.

Como bien expresa Vivette Glober, psicobiologa del Imperial College of London, “Somos producto de nuestra historia de desarrollo en el útero materno”.

Así, un útero amable, amoroso y apacible te hará esperar lo mismo del exterior, por lo que tu actitud y forma de afrontar la realidad vendrá definida por la confianza y el optimismo; en cambio un útero hostil, estresante o inestable te llevará a esperar lo mismo del entorno externo que se traducirá en ansiedad, desconfianza y pesimismo.

Sigmund Freud fue uno de los pioneros en hablar de la relación entre las emociones y sentimientos de las madres gestantes y la psicología de sus hijas/os; y tras él muchos otros profesionales como Thomas Verny, Dr. Tomatis, Enrique Blay, Bernand Martino, Annie Murphy y muchos más, han seguido investigando y divulgando sus hallazgos sobre esta realidad.

Y… ¿cómo es posible que esto suceda?

Si te quedas con el aspecto puramente físico y medible científicamente, la comunicación con el bebé en el útero se realiza a través del cordón umbilical.

A través de este cordón no solamente pasa el alimento y el oxígeno sino también las hormonas y neurotransmisores resultantes de los estados emocionales, como puede ser el cortisol (hormona del estrés) o la oxitocina (hormona del amor y la felicidad).

Estas hormonas provocan en el feto las mismas reacciones fisiológicas que en la madre, sin poder distinguir si son propias o ajenas.

Por otro lado, desde los comienzos del desarrollo del sistema nervioso ya estas preparada/o para almacenar experiencias, estas experiencias se almacenan en lo que se denomina memoria emocional que pertenece al inconsciente.

Una de las claves para poder entender que consecuencias tienen estas experiencias grabadas lo puedes experimentar en lo que llamamos “analogía”.

La analogía es el mecanismo a través del cual una experiencia nueva con aspectos semejante a otra cuyo recuerdo no nos es accesible, dispara toda la carga emocional asociada a la experiencia anterior.

Reaccionas de forma desproporcionada en el presente por la relación inconsciente con la experiencia pasada, y este pasado se puede remontar a tus experiencias intrauterinas.

Prepara emocionalmente tu útero para la llegada de tu bebé.

Por supuesto sin menospreciar todo el trabajo de matronas, fisioterapeutas y profesoras de yoga y/o pilates, que es lo que comúnmente engloba la preparación al parto, todo esto queda cojo si nos olvidamos de la parte emocional. Pues es tu estado emocional el que va a educar a este ser que crece en tus entrañas.

Tu estado emocional depende fundamentalmente de ti misma pero también se nutre del estado de tu pareja, de tus relaciones familiares, de tu entorno laboral, de tu relación con todos estos entornos.

¿Cómo puedes preparar tú útero?

Aquí te dejo algunas recomendaciones que vienen no sólo de la experiencia como psicóloga de familia, sino sobre todo como madre, y que creo que son fundamentales en esta preparación:

  • Revisando tu niña interior: observando la niña que fuiste y que ahora se va a convertir en madre.
  • Poniendo atención y dando lugar a tus emociones: aprendiendo a gestionarlas y convivir con ellas.
  • Trabajando tu relación de pareja: formando un equipo que acoja amorosamente a esa nueva criatura.
  • Revisando la relación con tu madre y tu padre: perdonando y sanando.
  • Fortaleciendo tu confianza personal: aumentando tu autoestima y tu poder personal.
  • Aprendiendo a comunicarte con tu bebé positivamente: a través de la palabra, la música, el contacto, etc.

Y ahora me gustaría que reflexionáramos juntas/os sobre esta maravillosa frase de Evania Reichert, psicoterapeuta familiar.

En mi opinión, para alcanzar esa paz, necesitamos personas adultas confiadas, seguras de sí mismas, libres y autoaceptadas en su expresión emocional, generosas, tolerantes, empáticas y respetuosas consigo mismas y con los demás.

Y aunque pueda parecer una lista enorme de cualidades, realmente todas ellas se dan juntas y en relación bajo una educación verdaderamente respetuosa con el nuevo ser que viene a este mundo. ¿Y si nos ponemos a ello?

Me despido de ti, en la distancia, deseándote el mejor de los embarazos, con el respeto, el amor y la consciencia que se merece.

Soy María Villalba, Psicóloga de familia y madre. Acompaño a familias desde el embarazo en la comprensión y gestión de su mundo emocional y en el acompañamiento y crianza de sus hijas/os. Imparto cursos y talleres dirigidos a madres y padres conscientes. Puedes conocerme un poco más en 
psicologiainfantilymaternidad.com