El depósito afectivo: Herramienta para la reducción de los conflictos y la agresividad
Si nos dedicáramos más tiempo al afecto, a mantener nuestros depósito lleno, la mayoría de las peleas, de los conflictos, de las depresiones, de la negatividad, del egoísmo, se acabarían. El afecto nos llena de tolerancia, de amor, de ganas de compartir, de vivir, de felicidad, de optimismo.
Muchos autores como Catherine Dumonteil Kremer y Gary Chapman hablan del “Depósito Afectivo”, dicen que tanto los adultos como los niños, tenemos un depósito afectivo, este depósito afectivo puede estar lleno o vacío:
Cuando nuestro depósito afectivo está lleno nuestro umbral de tolerancia es alto, vivimos la vida con optimismo, mostramos entusiasmo, estamos abierto a escuchar, a dar y a recibir, somos flexibles y pacientes.
Pero cuando nuestro depósito afectivo está vacío, nos pasa justo lo contrario, nuestro umbral a la tolerancia es bajo, estamos cansados, llenos de preocupaciones, nos volvemos irascibles e iracundos y es fácil que nuestra agresividad se manifieste con mayor facilidad.
Es sencillo llenar el depósito afectivo, solo hace falta afecto: abrazos, besos, caricias, y todo aquello que la relación te permita.
Muchos de nosotros no sabemos dar afecto, porque no hemos recibido afecto de pequeños.
Los niños tienen la particularidad de que su depósito es más pequeño y se llena y se vacía con mucha mayor rapidez que el nuestro. Es muy probable que cuando están alterados, enrabietados, o iracundos, no sea más que una muestra de que su depósito está vacío. Sentarnos con ellos y conectar emocionalmente hace que llenemos su depósito y el nuestro, entonces ya no necesitaran llamar nuestra atención.
Muchas veces, con ponerse a su altura, y darles una abrazo o un beso, hace que la situación se calme.
Como padres, las tensiones del día a día, hace que el deposito se vacíe con mayor facilidad, entonces puedes pedir que te lo llenen, muchas veces con un simple abrazo de tu hijo o de tu pareja, puede que ese enfado no vaya a más y puedas volver a estar en un estado óptimo de resolver la situación desde otro punto de vista.
Es importante, estar atento, a lo que les pasa a nuestros hijos, a tu pareja y a nosotros, y explicar a los que te rodean cuáles son tus necesidades emocionales y de afecto.
Buscar el indicador de tu propio depósito afectivo y estar atento a como está el depósito de las personas que te rodean, de tus hijos, pareja, familia, amigos, para llenárselo, y a la vez llenártelo a ti mismo, ayuda al bienestar en general.
Directora de la Escuela Proyecto ser
Licenciada en Derecho y master en Recursos Humanos.
Motivada por el crecimiento personal, estudio PNL (Programación Neurolinguística), Practitioner Código Clásico y Código Nuevo de la mano de John Grinder y Carmen Bostic.
También movida por conocer los diferentes patrones del lenguaje, estudio Hipnosis Clínica y Eriksoniana.
Como madre y con afán de buscar otra forma de educar y de comunicarme con mis hijos, me formo en Coaching Educativo, especializándome en Educación Transpersonal a través de la Escuela de Desarrollo Transpersonal con José María Doria.
También experta Inteligencia Emocional y Mindfulness entre otras.
Actualmente formada por Laura Gutman sobre el proceso y desarrollo de la Biografía Humana y bio-neuroemoción para madres, así como diplomada en Neositerapia por el Doctor Escudero, y Astrología Explorativa con Flores de Bach Evolutiva.
http://www.escuelaproyectoser.com/
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