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Reflexiones sobre las relaciones entre hermanos, por Yvonne Laborda

DM Abr 19

Cómo los adultos traten y hablen a sus hijos individualmente, será el modelo a seguir por los demás hermanos

Muchos conflictos entre hermanos son debido a comparaciones, preferencias, discursos engañados, carencias afectivas, expectativas, falta de presencia o de exclusividad por parte de mamá y papá.

En muchas familias, mamá suele ser el nexo de unión entre hermanos y demás familiares. No obstante, mamá también puede ser quien más distancia ponga entre ellos por cómo actúa y habla. La actitud de mamá y su discurso es lo que provoca el distanciamiento emocional entre muchos hermanos y hermanas.

El discurso de mamá no sólo puede llegar a lastimar relaciones entre hermanos sino también la relación con papá, influir en nuestros valores y principios, en cómo nos relacionamos con las demás personas, en nuestra autoestima y en cómo nos vemos.

Cómo los adultos tratemos y hablemos a nuestros hijos individualmente será el modelo a seguir por los demás hermanos.

En muchas familias hay hijos polarizados: «el bueno y el no tan bueno». La realidad es que estos dos hermanos son las dos caras de la misma moneda. Uno se adapta y anestesia, emocionalmente hablando, para recibir más mirada y el otro, más conectado con quién vino a ser, se rebela por la falta de aceptación y amor incondicional. Entre estos dos hermanos habrá conflictos ya que los dos estarán rivalizando por el amor de mamá.

Los celos entre hermanos son una invención social y cultural. Lo que llamamos celos, en realidad, es falta de mamá y no tiene nada que ver con el hermanito en sí. Un niño no puede desear ni echar en falta lo que ya tiene. Un niño sólo desea y anhela lo que ve que el otro hermano tiene o recibe y él necesita. Lo que expresa es falta de amor, pero nosotros lo llamamos celos. Si el hermano mayor se siente amado y tenido en cuenta no podrá haber nada que el bebé le pueda quitar.

¿Cómo podemos satisfacer a todos los hijos por igual para evitar el malestar entre ellos? Dándoles más presencia individualizada aunque estemos con un bebé.

Algunos conflictos también suelen ser por falta de espacio vital entre hermanos pequeños y los más mayores. Es necesario que cada niño tenga sus ratitos de tranquilidad y exclusividad con mamá y papá sin sus otros hermanos si lo desean o necesitan.

Si un bebé no es recibido con amor por sus hermanos tendremos que ver el escenario completo y ver qué le falta o qué necesita el hermano mayor.

En muchas ocasiones se nombran los celos entre hermanos como los responsables de muchos de sus conflictos, sin embargo, los celos no dejan de ser una creencia cultural y social para justificar la carencia afectiva, la falta de presencia y atención, la no satisfacción de necesidades y la falta de exclusividad por parte de mamá y papá.

Hay familias en las que todo se suele hacer juntos. Compartir en familia es maravilloso pero también debemos ver qué necesita cada hijo individualmente y, en la medida de lo posible, dárselo y complacerle.

Si supiéramos amar individualizada e incondicionalmente a cada hijo por quien realmente es, sin juicios, criticas ni expectativas, les evitaríamos muchos conflictos.

Escritora, terapeuta humanista, mentora y formadora en Crianza Consciente y Sanar la Herida Primaria.
https://yvonnelaborda.com/libro/

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