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«Unchooling es ayudar a aprender en vez de pretender enseñar, ver al niño como el protagonista»

DM Mar 22

Santander

Patricia Delgado

–¿Qué es el unschooling?

–Unschooling es vivir como si la escuela no existiera; aprender de una forma autónoma siguiendo los intereses, pasiones y gustos del niño; respetar sus ritmos internos de aprendizaje y no pretender que sepa algo a una edad determinada. Es ayudar a aprender en vez de pretender enseñar. Las familias que vivimos bajo los principios de esta filosofía de vida vemos al niño como el protagonista de su aprendizaje y no al adulto.

–¿Cómo surge esta corriente y qué trayectoria tiene?

–John Holt, un profesor de Primaria en Estados Unidos, fue quien acuñó este nombre a finales de los años 60. En esa época había algunas familias que decidieron desescolarizar a sus hijos ya que no se podían adaptar al sistema educativo. Y John Holt como gran defensor del aprendizaje autónomo les dijo a las familias: «si los educáis en casa no cometáis el error de llevaros la escuela a casa».

–¿Está enraizada en nuestro país?

–Actualmente se habla de unas 2.500 familias en España que han decidido no escolarizar a sus hijos. No obstante, no todas ellas deciden practicar el aprendizaje autónomo con sus hijos. Algunas familias sí siguen el curriculum oficial y otras hacen algunas materias y lo demás de forma autónoma.

–¿Cuáles son los beneficios de este sistema para el niño?

–Honestamente, no lo siento como un sistema, sino como una filosofía de vida: vivir, crecer y aprender sin escuela. Los principales beneficios para el niño sería el poder estar conectado con su verdadero ser esencial y poder desplegar todo su potencial para poder llegar a convertirse en la persona que ha venido a ser.

No siente presión académica, puede aprender a su ritmo y basándose en sus intereses, dones, talentos y pasiones. No hay horarios fijos, ni materias obligadas. El niño no pierde la pasión por aprender cosas nuevas ya que no necesita dejar de lado lo que verdaderamente le gusta. Un niño aprende más y mejor cuando está motivado e interesado.

–¿Qué papel cumplen los padres en este planteamiento?

–El papel de los padres unschoolers es realmente muy activo. Estamos pendientes de los intereses de nuestros hijos para poder ofrecerles actividades, materiales, libros, vídeos, personas o experiencias relacionadas con dichos intereses o pasiones. En ocasiones podemos recurrir a los servicios de algún profesor de música o de idiomas, por ejemplo, para ayudar a nuestro hijo a aprender lo que desea. También nos reunimos entre nosotros y otros padres y madres para compartir nuestras pasiones e intereses con ellos.

–Existe entre la comunidad de padres e incluso docentes el mito o temor a que un aprendizaje no reglado signifique desorden, ¿cree que este planteamiento es un error?, ¿por qué?

–Quizás desde fuera pueda parecer desorden, pero lo que hay es espontaneidad, diversión, curiosidad innata, motivación intrínseca y verdaderas ganas de aprender. Tanto en las familias que escolarizan a sus hijos como las que no, podemos encontrar hogares más o menos caóticos u ordenados. En mi caso, yo personalmente necesito bastante orden en mi vida y me gusta organizarme de antemano para preparar y organizar nuestras actividades y salidas o eventos. Hay otras familias que fluyen día a día y no organizan tanto.

–¿De qué manera se desarrolla el itinerario formativo? ¿debe el niño mostrar interés por una materia o ser su educador quien consiga captar su atención?

–La verdad es que depende del niño y de su momento vital. Hay niños muy autónomos y activos que se organizan muy bien y siempre están haciendo algo, preguntan mucho y viven con mucha pasión. No obstante, hay otros niños que necesitan un poco más de acompañamiento y propuestas. Personalmente me gusta proponer, pero sin imponer.

–Otro mito en torno a estos procesos no guiados es que al final del proceso educativo, si el estudiante no ha manifestado inquietud por una determinada materia, carezca de algunas competencias básicas, ¿es posible que así sea?

–Es probable que un niño unschooler no tenga casi interés por alguna de las materias que se suelen enseñar en el cole o instituto, no obstante, puede que sea casi un experto en otras materias que no se enseñan allí como por ejemplo: nutrición, astrología, ecologismo, veganismo, magia, malabares, algún arte o deporte, cine, teatro, escultura, escritura creativa…

–¿Qué pasa cuando llega el momento de la fase del aprendizaje en la que el niño debe integrarse en el sistema ordinario para obtener una titulación profesional? ¿puede sentirse frustrado por tener que ‘encorsetarse’ en un sistema mucho más rígido?

–Nuestros hijos hasta el día de hoy no sienten la necesidad de sacarse ninguna titulación. Para hacer lo que desean no la necesitan. Si algún día necesitan esas titulaciones pues se pueden examinar por libre al igual que lo han hecho algunos amigos suyos. Hacer algo por elección no es lo mismo que por obligación.

Yvonne laborda. Mentora y formadora en crianza consciente

Autora del Libro Dar Voz al Niño, Yvonne Laborda es terapeuta humanista, formadora y mentora en crianza adolescente, educación emocional y aprendizaje autónomo no dirigido. Además de acompañar a las familias también ofrece sus servicios para formar a profesionales a través del máster Dar voz al niño.